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Me ha gustado mucho la manera ágil de narrar del autor, por un lado la primera persona le proporciona un toque personal al verlo todo desde la perspectiva del protagonista (sin nombre) aunque también impide el desarrollo independiente del resto de personajes. Los primeros capítulos me encantaron por esa creación de un ambiente tenso sin saber que ocurre allí, arriba en la buhardilla. El argumento, sin embargo, cambia a partir de la mitad volviéndose de repente un poco surrealista e increíble, no terminé de entender el cambio y me hubiera gustado seguir leyendo ese misterio del principio y no una resolución que no terminó de convecerme. De todos modos, la narración es ligera y amena, descubriendo una historia con muchos detalles y un gran despliegue de imaginación. El final es el que tenía que ser. Un detalle después del epílogo explicando asuntos que aparecen durante la trama me parece muy acertado. Esperando por la continuación... Si la tuviera.

El libro me duró un día. Debo decir que porque es muy corto, sí, pero a la vez intenso y profundo. Recomiendo esta lectura para cualquier edad, no necesariamente para jóvenes, aunque está bien como enseñanza de que tenerlo todo, no significa tener la felicidad.

Además de entrelazar historias, King usa varios tiempos verbales a su antojo, presente y pasado conjugados de una manera que no choca en absoluto y que te lleva por la trama como un agradable paseo. Los finales de cada capítulo encajan a la perfección con lo que sigue, ocurra en el pasado, en el presente, en Boo'ya Moon o en un sueño de Lisey montada sobre un saco de harina y así va construyendo una historia tan bien hilada que solo puedes creer que es magia y nada más. La historia de Lisey es una historia llena de metáforas cotidianas convertidas en imaginaciones. El "mal rollo" podría compararse a una enfermedad mental que provoca alucinaciones. La creación de un mundo imaginario al cual escapar cuando eres un niño (como le pasaba a Scott de pequeño) también podría ser solo una metáfora. Lo cierto es que la idea de diferentes mundos está siempre presente en el universo King (como en La torre oscura) mundos distintos a este, donde ocurren sucesos mágicos y espeluznantes, como en Boo'ya Moon. Este otro "mundo" inventando por Scott Landon es tan real como tú quieras imaginar. Podría ser que una mente enferma lo inventara, que solo existiera a un nivel no físico, pero los viajes a Boo'ya Moon son reales en La historia de Lisey, Scott, el hermano de Scott, Paul, su padre, Lisey, Amanda y Dooley viajan allí de una manera u otra. El chaval larguirucho puede ser ese miedo irracional que te ataca cuando menos te lo espera y siempre está ahí vigilante.

La manera de narrar intercalando la tercera y primera persona es original y está bien desarrollada, aunque en principio no me gusta demasiado que se haga así, en esta ocasión no me ha molestado. La novela se me ha hecho corta (claro, es una novela corta) y me gustaría seguir leyendo las aventuras de Might y sus investigaciones. Es un libro ameno y nada pretencioso, va directo al grano. Sin demasiadas sorpresas al final y aún así agradable.